jueves, marzo 17

Mobilen

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Una cosa curiosa ocurrió en su momento.

Hallábame yo dispuesta a cambiarme de teléfono celular por uno más moderno y chori que la cagá que tenía (y q a pesar de todo, lo amaba por su simplicidad xd). Sólo el equipo: el número seguiría siendo el mismo.
Me dispuse a cambiar los números que tenía guardados en la memoria del teléfono a la memoria SIM.
Mientras los traspasaba, pasaba por los diferentes números de amigos y familiares. Leyendo sus nombres, recordaba ciertos instantes con ellos. Esta sensación se intensificó al leer los nombres de aquellos que no veo hace más de medio año, y que probablemente no volveré a ver. Era una decisión difícil: debía traspasar los números a mi cel nuevo, aquellos que usaría diariamente, pero ¿qué hacer con los teléfonos de noruegos y amigos intercambistas?
Me agarró una nostalgia que pocos (creo) tendrán la oportunidad de sentir, sólo comparable con la muerte de alguien que conocimos. Necesité gran valor (y eso suena cliché y estúpido) para dejar atras esos nombres, para alejarlos de mi vida cotidiana... a casi seis meses de no verlos y, en muchos casos, de no tener noticias de ellos.
Duro.
Pero es uno de los pasos que se deben tomar para seguir adelante con nuestras vidas. Es imposible vivir en el pasado por mucho tiempo, de extrañar las cosas que ya no tendremos y las personas que nunca más veremos. Romper ese lazo (y darse cuenta de que se está haciendo) es de las cosas más difíciles que he tenido que llevar a cabo. Realmente es terrible sentir que al "no traspasar" esos nombres a la tarjeta de un nuevo teléfono los eliminas definitivamente de tu vida, darte cuenta que ya no es tan fácil comunicarte con ellos, que quizás no los volverás a ver.
Lo mismo pasó con los mensajes de texto guardados en ese celular. Pero como ya se habrán echo la idea del asunto de los "numeros", podran imaginarse (al menos) qué se siente.
De cierta manera, siento que los he mantenido guardados a salvo y con mucho cariño. Ese celular aún sirve, aún prende, aún almacena esos pequeños tesoros, y creo que se ha convertido en uno de los pocos objetos de valor que me llevaría a la tumba (considerando mi diogenes xd).